Diego Andrade Arriaga, Director de Relaciones Institucionales & Desarrollo de Torres y Torres Lara – Abogados, elaboró una columna de opinión publicada en el Diario Correo el viernes 12 de octubre (*), donde comentó sobre la gestión de riesgos, prevención de crisis y comunicación estratégica en las organizaciones.
Todas la organizaciones, privadas o públicas, afrontan día a día una serie de situaciones más o menos previsibles unas que otras, que tienen incidencia directa o indirecta en la propia organización, en sus colaboradores, el cumplimiento de sus objetivos y por ende en sus resultados.
A estas situaciones “más o menos” previsibles las denominaciones riesgos y si estos no son observados y administrados a tiempo pueden configurar una crisis.
La experiencia demuestra que la prevención estratégica y articulada de riesgos es el camino a seguir en toda organización. Este proceso requiere adoptar una conciencia corporativa y que esta se desarrolle como parte de la cultura interna. Consideramos que una gestión de riesgos eficiente debería de convocar de forma integrada los siguientes componentes:
El fortalecimiento del ambiente interno sustentado en los objetivos empresariales, la misión y visión de la organización, valores éticos, código de conducta, etc., que dan el soporte y sentido a la cultura organizacional e identidad.
Identificar claramente los objetivos de la organización antes del surgimiento de cualquier eventualidad que amenace su consecución o cumplimiento eficiente. Estos objetivos deben estar necesariamente concordados con la misión de la entidad.
Identificación clara de riesgos presentes y futuros, mediatos e inmediatos.
Evaluar los riesgos identificados en función a su probabilidad de impacto, o mayor o menor certeza de su ocurrencia. En función a esto se podrá determinar cómo deben ser gestionados.
Desarrollo de alternativas viables de mitigación o eliminación del riesgo en función a la continuidad del negocio y la creación de valor.
Seguimiento y/o control de las medidas adoptadas; asegurar su eficiencia y oportunidad y oportunidad de acción.
Comunicación oportuna y eficaz al interior y en todos los niveles de la organización.
Plan B: Implica la visualización e inventario de otras opciones de ejecución estratégica ante nuevas eventualidades que puedan surgir.
En resumen: El manejo estratégico de los riesgos corporativos implica adquirir conocimiento del entorno; administrar y orientar acciones preventivas y reactivas a partir de este valor; y saber comunicar eficaz y eficientemente las experiencias.
(*) Puede visualizar la publicación en el siguiente enlace: http://bit.ly/2NDq2pA