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Ley del Libro: editoriales evalúan imprimir fuera del Perú tras restricción a beneficio tributario

24/10/2019

Las restricciones al uso del reintegro tributario aumentarán los costos de las editoriales grandes, que prevén un alza moderada de precios y evalúan imprimir en el extranjero.

La prórroga de los beneficios-tributarios beneficios tributarios de la Ley del Libro no evitaría una ligera alza en los precios. Las líderes del mercado como Santillana, SM, Penguin Random House y Planeta advierten que la restricción del uso el reintegro tributario por parte del gobierno eleva sus costos de producción, de modo que evalúan trasladar ese incremento al consumidor final en los próximos meses. Para evitar este alza en los precios de los libros, las empresas también evalúan imprimir fuera del Perú.

El reintegro tributario permite a las empresas del sector editorial solicitar la devolución del IGV por adquirir bienes de capital para la impresión de libros individuales o colecciones. Para solicitar el beneficio, esos proyectos editoriales deben ser inscritos en la Biblioteca Nacional del Perú (BNP). La devolución debe estar sustentada en las facturas que emite cada empresa por la compra de insumos o la contratación de servicios para producir el proyecto editorial. Según el reglamento, el monto mínimo para solicitar la devolución es de dos UIT (S/8,400)

BENEFICIOS RECORTADOS

El gobierno, mediante decreto de urgencia (DU) publicado el 11 de octubre, no solo prorrogó hasta octubre del 2020 la exoneración del pago del IGV a la importación y/o venta de libros, sino que restringió el uso del reintegro tributario. Ahora solo pueden utilizarlo empresas cuyos ingresos anuales netos no superen los S/630,000. Antes del DU, el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) había advertido “un incremento de la concentración de los beneficios en las empresas más grandes” en los últimos años. Entre ellas están las que producen textos escolares. Debido a sus altos tirajes, en el 2017 Santillana recibió un reintegro de S/14.9 millones y Ediciones SM, de S/6.7 millones.

Así, las empresas ya no podrán recuperar el 18% de IGV que forma parte del costo de impresión, que representa alrededor del 20% de los costos totales de una editorial, coinciden Javier Laría, gerente general de Santillana en el Perú, y Alberto Almendres, director general de SM en el Perú. Por ejemplo, un libro de Santillana con un precio de venta de S/44 tiene un costo de impresión de S/10, o un libro de SM de S/26 tiene un costo de impresión de S/4.8. La contratación de la imprenta les permitía llegar al mínimo previsto en la norma.“La impresión es generalmente la factura más grande. Es probablemente la que ha accedido en mayor medida al reintegro tributario”, explica Pedro Villa, director de contenidos de la Cámara Peruana del Libro.

El reintegro tributario permitía a las editoriales con un alto volumen de producción, es decir, las que venden textos escolares —Santillana y SM— y las que lanzan best sellers —Penguin Random House y Planeta— recuperar los costos de imprenta. “Uno de los principales factores de nuestro costo en el sector editorial es la impresión y encuadernación del libro”, explica Laría, de Santillana Perú. “Para una empresa de grandes tirajes tiene un beneficio. Vale la pena invertir en tener una oficina que pueda estar ocupada en solicitar el reintegro”, complementa Villa. El volumen de producción de las editoriales de texto escolar suele ser mayor porque contratan con el Estado, por eso eran las que tenían más acceso al beneficio y en las que el DU tendrá un mayor impacto.

LIGERA SUBIDA DE PRECIOS

Santillana, SM y Planeta superan por mucho el tope de ventas netas anuales equivalentes S/630,000, según información consignada en el DIME de Ipsos Perú. Penguin Random House, uno de los jugadores más grande del mercado, confirmó a esta revista que tampoco podrá acceder al beneficio tributario. “Las más grandes son las que producen más libros y si no van a poder recuperar el IGV, se están incrementando sus costos”, explica Carlos Casas, profesor de la Universidad del Pacífico que ha estudiado el impacto económico de la Ley del libro en el sector editorial. “Diría que habría un incremento moderado de precios”, añade.

Las empresas intentarán ubicarse al medio de dos extremos: subir precios para no perder márgenes de ganancia o sacrificar estos márgenes para no desincentivar la demanda y evitar así la piratería. Los libros para el público en general serían los más afectados. “Hay dos tipos de compradores: el que compra usualmente, que no lo va a limitar, y el que compra por impulso, que es muy amplio, y al que sí le hace diferencia el precio”, asegura María Fernanda Castillo, gerente de edición de Planeta. La demanda será afectada sobre todo en el socioeconómico más bajo. “El libro se considera un bien económicamente de lujo, en el sentido de que conforme crece el ingreso se demanda más”, añade Casas. En el caso de los libros escolares, la demanda es inelástica, por lo que “los padres que tienen que pagar los nuevos precios van a sentir el efecto”, explica el economista.

Consultadas por SEMANAeconómica, las principales editoriales de texto escolar señalan que evalúan estrategias para que el incremento de los costos no genere un alza de precios o para que ésta sea mínima. “Estamos viendo la manera de impactar lo menos posible en el precio de venta al público. Habrá que subirlo, indudablemente, pero vamos a intentar que sea lo menos posible”, explica Laría. “Ahora que estamos a puertas de la campaña escolar va a tener una repercusión en subida de precios. No va a ser muy elevada, pero sí va a ser subida. Tendremos que estudiar qué fórmulas encontramos para hallar el término medio entre la eliminación de la exoneración y los costos de la industria”, complementa Alberto Almendres, director general de SM en el Perú. Una eventual subida se definiría en diciembre y sería visible en enero del 2020.

Planeta ya cerró su producción de libros para el 2019, del modo que una subida de precios comenzaría a percibirse entre enero y febrero. “Nos va a tocar asumir parte de este incremento . No lo vamos a trasladar 100% al consumidor porque eso nos perjudica a todos. Será compartido. Reduciremos un poco nuestros márgenes y subiremos un poco el precio”, comenta Castillo. “Yo tengo mi año de publicaciones cerrado y cualquier decisión que tome ahora va a afectar en enero”, dice Jerónimo Pimentel, director general de Penguin Random House en Perú. “Nosotros vamos a tomar todas las medidas que podamos para evitar el incremento de precios”, agrega.

MIRANDO A PAÍSES MÁS ATRACTIVOS

Una de las alternativas evaluadas por las editoriales para ser más eficientes y reducir costos es imprimir los libros fuera del Perú, ya que la importación de estos bienes sí está exonerada de IGV. “Va a ser mucho más rentable mandar a imprimir esto fuera e importarlos con arancel cero que imprimirlos en Perú y pagar el IGV que no podré recuperar”, asegura Pimentel, de Penguin Random House. Planeta también analiza esa posibilidad. “Nosotros, que importamos productos de Colombia, España, Argentina y México, claro que lo estamos evaluando”, dice María Fernanda Castillo.

SM también evalúa deslocalizar la impresión y evitar así una subida de los precios de los libros. “Esta ley permite que la importación de productos editoriales no tenga IGV, con lo cual una gran editorial que aquí no tiene ayuda tributaria ya no tiene un incentivo para producir en el país. Puede producir en otros países que tienen mejor fiscalidad para el libro. Y lo que puede producir a priori es iniciar una deslocalización de los procesos productivos”, comenta Almendres. Santillana, líder del mercado de textos escolares, sostiene que su política es invertir en los países en los que opera, por lo que descarta imprimir fuera del Perú.

De otro lado, no hay claridad sobre lo que ocurrirá con los proyectos editoriales que iniciaron el trámite para recibir el reintegro tributario antes de la publicación del DU. Para Denisse Gamarra, asociada del estudio Torres y Torres Lara, las empresas que ya iniciaron el trámite sí deberían acceder al beneficio. “Consideramos que sería defendible válidamente la procedencia del reintegro del IGV en tanto hayan obtenido el derecho a este beneficio con el cumplimiento de los requisitos y demás condiciones exigidas, y además hayan presentado su solicitud de reintegro”, sostiene.

La expectativa del sector es que el próximo Congreso modifique las nuevas condiciones aprobadas por el gobierno y apruebe una nueva Ley del Libro luego de su instalación, en febrero o marzo del 2020. El tiempo apremia, pues el reciente DU solo estará vigente hasta el 11 de octubre del próximo año. “No hay nada que ponga más nervioso a un inversionista que la falta de un marco jurídico estable”, subraya Pimentel. El escenario para el sector editorial es hoy menos favorable pese a que todavía permanecen otros incentivos fiscales.

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