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Más de lo mismo: 2021 = 2020

Desde una perspectiva tributaria todo nos lleva a suponer que el ejercicio gravable 2021 será similar (¿o igual?) a lo que fue el ejercicio gravable 2020. Seguimos enfrentando las consecuencias de una pandemia que no se acaba y esta situación no parece tener un horizonte cercano que permita esperar un restablecimiento regular de las actividades empresariales.

Mantenemos los mismos problemas conocidos y con consecuencias tributarias que continúan sin solución. Nuestra legislación se ha quedado “corta” ya que, por ejemplo, únicamente extendió el plazo de arrastre de pérdidas tributarias del ejercicio 2020, aun cuando el ejercicio 2021 seguramente acabará de la misma forma, no contamos con la posibilidad de acogernos a algún régimen de aplazamiento o fraccionamiento mucho más beneficioso que el ordinario, que nos permita contar con liquidez, no tenemos acceso a una suspensión de pagos a cuenta del Impuesto a la Renta (IR) simplificada, entre otros temas.

Podemos seguir esperando algunas medidas tributarias… mientras tanto, lo que si está en nuestro poder, es adoptar previsiones oportunas, para por lo menos controlar lo concerniente a la correcta determinación del Impuesto a la Renta 2021, cuyo pago cada vez es más difícil de cumplir.

Recordemos que las empresas se han visto obligadas a incurrir en diversos desembolsos no planificados, algunos necesarios y otros establecidos por Ley por ejemplo, gastos vinculados a protocolos de seguridad y salud, adquisiciones para la protección de sus trabajadores, despidos no deseados, renegociaciones contractuales con proveedores y clientes, entre otros.

Debido a su carácter extraordinario, probablemente no se estén observando las pautas que normalmente se respetan para reconocer estos gastos (causalidad, fehaciencia, razonabilidad, proporcionalidad, medios de pago, comprobante de pago, etc.) y, como sabemos, la Sunat mantiene la plena facultad de poner énfasis en su verificación, si acaso no han sido correctamente deducidos.

No perdamos esta situación de vista a fin de no sumar también multas e intereses. Aun cuando resulta difícil, las empresas deben recordar realizar una adecuada deducción de dichos gastos y una correcta declaración del IR del ejercicio 2021 cuyo final cada vez es más cercano.

Indira Navarro Palacios – Socia principal y jefa del área Tributaria de Torres y Torres Lara Abogados

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